A pagar cuentas

Yo no tengo muchas cuentas que pagar. La verdad es que más allá del teléfono y ayudar en algo en la casa, mi dinero se va comprando chicherías todos los meses. Por eso me doy vueltas buscando ferias literarias de segunda mano, comprando DVD’s, buenos vinos, posters de mis famosos, o algún vericueto antiguo.
Insisto, el título a lo mejor no asienta a la descripción de esta nota, pero nadie dijo que este ciudadano era el protagonista de ella. Y pese a que, hoy por hoy, debo ser uno de los pocos connacionales que no le debe un peso a nadie (salvo el Crédito Universitario), y pese a no tener más bienes materiales que una cama, una cómoda y algo de ropa, camino tranquilo y hasta despreocupado del dinero.
Ojala pudieran decir lo mismo el resto de mis compatriotas. Los que tengo más a mano, mis padres, lo sufren mes a mes. Pagar cuentas es un suplicio para muchas familias chilenas que viven en la más completa indefensión económica, insertos en una sociedad que obliga a consumir, y que después te da la espalda. Miles de familias hacen lo humanamente posible para llegar a fin de mes con alguna migaja. El mismo sistema los obliga a seguir agrandando el hoyo de las deudas: “para poder salir de las situación”, dicen todos. A muchos, ni siquiera con el “sueldo ético” de Monseñor Goic les alcanzaría para vivir dignamente.
Ahí están. Las tazas de endeudamiento de los chilenos son atroces, la mía no. Me siento un privilegiado de un sistema que te obliga a endeudarte para tener, que te obliga a encalillarte para surgir, que te obliga a pedir un crédito para iniciar un negocio, un crédito para casarte, para tener un descanso, para dormir mejor, para tener una mejor vida artificial. El país que me contaron no era así. Crecía al ritmo de sus habitantes y con el esfuerzo de todos. Literalmente, no se cagaba en el pueblo. ¿Acaso no se preguntan uds. por qué tenemos tan mala educación y salud?. Los datos son claros. De cada cien pesos de compras en el Supermercado, 19 van directamente a las arcas fiscales; de diez pesos que ganas siendo independiente, uno va al erario nacional; por cada litro de bencina que compras al menos 300 pesos se van para don Estado.
Señores llegó la hora de ver quien debe a quien. Papá Estado debe también pagar sus cuentas. La lista es interminable, pero no le queda otra. A todos los señores defensores de una economía brutal, culpable de miles de malos ratos y sinsabores en las familias chilenas, y que solo a enriquecido a sus señores, les llegó la hora de dar la cara.
Ni sueldo ético ni nada. Revisión, ahora, de las políticas fiscales de gasto social. Basta de mediocridad, basta de malos tratos a los usuarios de los servicios, basta de migajas. Si gasto 100 pesos en el supermercado, quiero ver, como contribuyente y ciudadano, que estos se vean reflejados en la sociedad donde vivo. Mi verdad de hoy es que creo que al Don Estado y a su amigo Don Gobierno, le llegó de pagar las cuentas pendientes con sus ciudadanos. He dicho.

Las mujeres y el Fútbol

Hace rato que se metieron en donde siempre estuvimos nosotros. Ahora es el Fútbol. Aquí la visión de cuatro mujeres acerca del deporte rey.

Apróntate macho deseoso de sexo, fútbol y rock and roll. Ante tanta invasión femenina -ya llegaron hasta la Presidencia inclusive- nuestras tiernas damas, sí, aquellas mismas que te imaginas viendo teleseries, tejiendo, que hasta hace algunas décadas tenías como escasos lugares de expresión la cocina, el dormitorio y oscuros lugares como Cema Chile, han venido tomándose la agenda.
Prendo la TV y espero, como buen macho que soy, el informativo deportivo. De pronto, válgame Dios, están cerrando el bloque con una nota del partido entre ministras y periodistas femeninas, con Yasnagol de protagonista. ¿Que pasó?
Ya, está bien, Chile será sede del próximo Mundial Femenino Sub 20, y el objetivo de meter el fútbol femenino a como de lugar en nuestros estómagos y mentes estará presente cada día. Puede sonar misógino, pero no lo es. Creo que está bien que el deporte rey femenino esté desembarcando en el consciente colectivo de nuestra nación. Está bien que las féminas, aquellos estereotipos de belleza, maternidad, pulcritud y fineza, estén o quieran estar jugando cada día más a la pelota.
Por este interés, y movido por un afán de descubrir el porqué enganchan, y no, las mujeres con el deporte de los once imbéciles corriendo tras una pelota, es que me metí en msn y recogí cuatro de sus visiones.
Entonces aquí, sin tapujos ni censuras, sin que ni siquiera conocieran el nombre de Marta, la mejor jugadora de fútbol del planeta (brasileña, para variar), sin que siquiera sepan quien es el capitán de su equipo favorito, o la nueva contratación de Colo Colo, es que les presento los sinceros testimonios de Patricia, Claudia, Ximena y Daniela, cuatro valientes mujeres con pasados futboleros, y con presentes disímiles en su afán deportivo. Muy disímiles.

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Patricia Díaz, Profesora Básica

¿Por qué te gusta el fútbol?
Porque es una expresión de pasión, garra y lucha. Me siento de igual a igual con los hombres. Mis patadas valen lo mismo.

Si hubiera alguna liga amateur en la ciudad que vives, ¿jugarías?
Con mi condición física actual, nica. Pero jugué el año pasado en el campeonato de la UTEM mixto. Ahora, cuando partí jugando era típica semana mechona, entonces íbamos a jugar a la pelota y luego a fiestas después de los típicos campeonatos internos de la U, en donde juegas por la U, curso, o tu carrera. La cosa era pelotear.

¿Te consideras una fanática del fútbol?
Bueno, obviamente que el jugar a la pelota hace que seas más fanática de ver fútbol. De hecho antes no me gustaba tanto, me daba lata. Ahora alucino por la pelota.

¿Eres hincha de algún equipo?
Alba, totalmente alba. Aunque cuando el Wanderers (estudió algunos años en Valparaíso) era gratis con pase escolar, me las daba de wanderina.

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Claudia Yáñez, estudiante de Biología Marina UdeC

¿Jugaste a la pelota alguna vez?
Sí, en la Selección de la Facultad de la UdeC, era defensa. Igual, siempre jugué en el Liceo. Mosqueaba. No es que sea buena, nada que ver, le pongo mas empeño que talento. Igual me asusta un poco el contacto y las patadas, me dieron unas olímpicas, pero ganamos un campeonato.

¿Has visto partidos de fútbol femenino por televisión?
No. Siempre he visto partidos de fútbol masculino, no de mujeres. Suena machista, pero creo que va por una cosa de difusión también. Los partidos de la Champions League, de la Copa América se dan en varios canales, no así el fútbol femenino.

Y si los transmitieran, ¿los verías?
Yo creo que sí. Además, si el marketeo en bueno, porque no hay que negar que sirve, si lo haría. Pero yo no veo todos los partidos de fútbol que dan en la tele. Ni ahí con uno entre la Unión Española y, no se… Antofagasta, por así decir. Suena feo, pero soy clasista para ver los partidos.

¿Eres hincha de algún equipo?
De acá, de Universidad de Chile; y de afuera, del Barcelona.

¿Has ido al estadio alguna vez?
Muy pocas veces en la vida en realidad. Creo que en total habrán sido unas cuatro o cinco veces, nada más.

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Ximena Contreras, Periodista

¿Has jugado a la pelota alguna vez?
En la U, como hace 5 años.

¿Eres o fuiste hincha de algún equipo?
Creo que en general sí. Aunque ya dejé la etapa de seguir a un club. Me gustan los partidos de la Selección. Me gustaba la Universidad Católica, pero creo que como reacción natural, porque en mi familia eran todos de Colo Colo o la U, y yo les quería llevar la contra.

¿Te consideraste alguna vez buena para la pelota?
No me consideraba buena, porque no sentía que me moviera cómodamente con la pelota, y le tenía bastante miedo a los choques y esas cosas. No iba al choque, cachai. Tal vez si me hubieran incentivado más a jugar, le hubiera perdido el miedo a los choques o hubiera desarrollado una buena técnica, como en todo.

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Daniela Becerra, estudiante de Teatro Uniacc

¿Como fue tu experiencia en el fútbol?
Jugué una sola vez. La experiencia horrible porque quedé con las piernas moradas y me llego un pelotazo en la cabeza y otro en una pechuga. Así que nunca mas, pero igual fue rico, porque fue en enseñanza básica, como en séptimo ó Octavo, no me acuerdo bien, en una clase de Educación Física y eran Mujeres vs. Hombres y, obviamente, perdimos. Pero igual me reí, la pase bien y, para variar, yo no cachaba quienes eran de mi equipo, porque habían como tres hombres que estaban con nosotras para ayudarnos, y yo les quitaba la pelota y me retaban, hasta metí un autogol (ríe), y estaba toda emocionada, pero no era.

¿Has ido alguna vez a un estadio?
Nunca he ido a un estadio en mi vida. A lo más pasar por fuera del Estadio Nacional porque vivo por ahí, pero nada más.

¿Has sido hincha de un equipo alguna vez?
Hincha, así que se me vaya la vida no, de ningún equipo. Pero cuando hay que apoyar a la rojita, me pongo la camiseta, porque es Chile, pero nada má