martes, julio 25, 2006

¿Un Chile de verdad?

Desde la sección “Frutas y Verduras” de un Supermercado

¿Un Chile de Verdad?

Convergen allí diferentes personas provenientes de todas las clases sociales. Para algunos puede servir como reflejo de la sociedad de nuestro Chile moderno, como el lugar para obtener una radiografía a las personas que hacen nuestro entorno, y que van desde las rubias dietéticas que miran con cara de amigas a las lechugas, hasta esas damas excedidas de peso que sueñan en algún día recuperar la figura extraviada. Todas las clases sociales, sin distingo de cuna o educación pasan por ahí.
Parientes pobres del orbe vegetal, como las entierradas papas recogidas del humilde campo chileno, hasta los ricos champiñones que crecieron con exacerbado celo en temperados criaderos. Para que hablar de las paltas, bellas damas dignas de pleitesía, tanto por su sabor como por su precio, sin duda las reinas del lugar. El resto de la lista noble de frutas y verduras son mudos testigos de los seres que por ahí transitan.
Muchos viejos, jóvenes y niños; muchas conversaciones farsantes e hipócritas entre jefes y empleados; muchos celulares; muchas señoras estucadas con maquillaje; muchos hombres tirando el carro o llevando la canasta, dependiendo del presupuesto. Muchas mujeres mandando. Sí, definitivamente en este clima que huele a verde fresco, ellas son las que se imponen, como en casi todo lo que tenga que ver con lo que pasa dentro de las cuatro paredes de una casa, siendo francos.
En fin, por ahí pasan ricos y pobres, rastas y cuicos, universitarios y trabajadores, gordos y flacos. El conjunto lo hace ser un lugar especial, quizás porque da mayor frescura o quizás porque se respira mejor aire, más oxigenado y fresco, quizás porque es espacioso, o por lo iluminado que está. Inserto en supermercados que desobedecen la regla de los criollos mercados y ferias y me hacen creer por un instante, por un solo, que estoy en una ciudad de Europa o Estados Unidos. Quizás por esa maldita tendencia a ordenar la fruta para que se vea más limpia.
Esto, perdónenme, no tiene nada que ver con las ferias y mercados. ¡NO! Esos lugares son para otros. Para los que añoramos el Chile que se va, y que suele volver en septiembre, con la chicha y la empanada, con la cueca y la cumbia. Con ese Chile que tanto me gusta y que he llegado a amar en mi destierro en este país de mentirosos, que no se parece en nada a MI país del pasado, al de las revoluciones. Este Chile pretende ser una mala copia de los países del norte.

viernes, julio 14, 2006

La visión Postmoderna.

Un atributo básico del buen proceder de un ser humano es, a mi juicio, definirse ante las conflictos y tomar buenas decisiones. Sin embargo hoy el bombardeo informativo tiene tales dimensiones, que provoca una desorientación y la creación de nuevas realidades solo consensuadas por unos pocos. La clave hoy es, entonces, ser pragmático la búsqueda de las anclas que nos mantengan en la tierra.


Google dejó de ser mi página de consulta cuando en el camino aparecieron dos que tomaron parte de mi alma cibernauta y la engatusaron con argumentos simples, pero demasiado valederos a la hora de tomar una buena decisión. Wikipedia es, desde ese maravilloso momento en que apareció en mis días, una luz al final del túnel.


Sí, lo reconozco. Fui un infiel con Google, pero es que la pobre se portó mal conmigo: me llevaba a lugares donde no quería ir, me presentaba sitios que a veces no quería visitar y su diseño era poco atractivo para mi. Wikipedia, mi amiga desde entonces, me llamó a sus brazos, me hizo mirarme en el espejo de la realidad y con un súbito s, me dejo buscar en ella los tesoros más grandes desde que la humanidad humana es.

Wikipedia me mostró el camino, me alertó los sentidos. Me hizo sentir que mi búsqueda ya había terminado. Llegué al punto máximo de adicción por este sitio cuando me entregó las respuestas básicas para un cibernauta estilo ciudadano. ¿Como saber por ejemplo “lo necesario” para contextualizar algo? Fácil, yendo a su fuente de origen o a la raíz histórica de un hecho determinado. Sin embargo el relato a veces suele ser más cómodo cuando se abstraen los principales datos. No los detalles. Esos son para descubrir los “lados B”, las partes ocultas, la literatura periodística.

Entonces fue que Wikipedia, mi nueva mejor amiga en cuanto a enciclopedias virtuales se trata, solucionó gran parte de mis problemas. Una información directa, clara, informativa. Resumida, quizás. Pero lo necesario para tomar una buena decisión respecto a un tema. O para introducir una conversación con amigos secos para la historia, como suelo tener.

En fin, puede parecer una idiotez, pero con el transcurso del tiempo estas cosas van tomando cada vez más importancia. Ahora por ejemplo, me apresto a ver en resumidas cuentas la vida de San Marcelino de Champagnat, el fundador de la orden bajo cuyo carisma se rige uno del Instituto San Fernando, el sitio donde trabajo y desarrollo gran parte de mi labor como profesional de las comunicaciones. En un rato les cuento como me fue.


P.D: Para quienes leen este blog sepan desde ya que todas las historias tienen un marcado estilo realista mágico con influencias chilenas y desatinadas cargas de vivencias personales. Si que nadie se impacte. Por cierto. Todas las fotografías que se muestran en ese Blog son de propiedad de quien escribe y redacta: El Ciudadano Vallejo.

domingo, julio 09, 2006

Aterrizaje


El juego de las miradas

No es el mejor momento de mi vida como para empezar a crear blogs, pero eso es algo que solo a los lectores de este sitio les puede interesar, antes de comenzar a leer. A mi lo que me importa ahora es comenzar (ahora sí!) a escribir las cosas que vayan pasando en el día a día y que puedan resultar interesantes.

Ya. 1,2,3.

Que mejor comenzar con una historia sabrosa. Anoche (8 de julio) salí como casi siempre con mis amigos. La verdad es que mi ánimo no era de los mejores. La semana pasada fue algo extenuante, laboralmente hablando; y de tristeza, pues he comenzado a ver, con preoupación, que mis días comienzan y terminan con trabajo. Y no quiero que sea así. De ahí a que ahora tenga planeado escribir. Como terapia, como ejercicio de relajación, quizás. Como un escape a la rutina, en último lugar.

Pero para eso, lo primero es tratar de ser ordenados en las ideas, o no irse tanto por las ramas, para asi no confundir a quienes potencialmente puedan acceder a este blog. Retomo. Estaba yo anoche haciendo de violinista y por partida doble. Entonces comencé a mirar a mi alrededor. Lleno de mujeres. (Pensamiento 1) Cómo hacer que esas mujeres te miren?...... Simple, mirándolas. Y resulto. Contabilicé quince, lo que no es tan malo después de renegar de mi persona yo mismo, de no quererme en mucho tiempo y de pasar por el limbo en cuanto a inicios de relaciones se trata. En vista y considerando, decidí que el juego de anoche tenía que tener otra gracia: Ser por partida doble.

Entonces era necesario mirar nuevamente. Lo hice y de las quince anteriores ahora miraron trece. Bueno, seguía siendo bueno. trece oportunidades. Casí el 85% de probabilidades de que no te fuera tan mal en el mentado "Hola, que tal, que haces por acá?" y que, definitivamente, al menos seis respondieran afirmativamente al consabido "¿Bailemos?". Pero anoche las cosas no estaban para hacer realidad mis juegos mentales. Si que la intrigante situación fue calmada con un mix de cervezas y unos cuantos canturreos versión kararoke. Que por cierto sirvieron para para atraer miradas. La última que recuerdo fue cautivante. Pero el horno no estaba para bollos.